Soy Efrén Cruz y domo nóminas.

Hay dos opciones.

Que te estés preguntando ¿quién diablos ve a la nómina como una bestia salvaje?

En cuyo caso, no entiendo bien qué haces aquí.

O

Que cada que se acerca cualquier actividad relacionada con la nómina, sientas el estómago como si vivieras en una película de terror donde tú eres la presa.

Si es tu caso, estás en el lugar indicado.

Aquí abajo verás una caja de suscripción.

Y ese es el peaje que se cobra a quien quiere pasar de esa sensación, a la de estar sentado en una acolchada banca en una misa de domingo.

¿Te suena aburrido ese estado?

Puede ser.

Aunque tranquilo.

Ahora, es posible que prefieras la adrenalina, las emociones y pelear con inconformes.

Y eso también está bien.

Pero insisto,

En ese caso, lo que hay aquí no es para ti.

De manera que puedes seguir tu camino con total agusticidad.

Los que forman parte de esta lista y tu servidor, preferimos llevárnosla suave.

Estar en paz.

Lo previsible, apacible y monótono.

El control.

Aunque suene demasiado aburrido.

Los caminos posibles para alcanzar ese estado es lo que recibirás en dosis diarias de correos.

Que no, gracias, pero que qué hueva.

Pues todo en orden.

Te comprendo.

Conozco muy bien la hueva y también me llevo bien con ella. De hecho, es la razón por la que de vez en cuando recibirás regalos para automatizar cosas.

No te voy a mentir.

Los regalos más valiosos siempre serán para quien compre las cosas que vendo.

Quizás sea que veo el mundo al revés y que estoy tocado de la cabeza.

Pero es que nunca he visto claro el propósito de maltratar al de dentro y chiquear al de fuera.

No sé, eso lo dejo para las compañías de seguros y de telefonía.

O para las empresas que gustan de prácticas tipo: no autorizar un aumento, obtener una renuncia, y luego al que llega darle lo que el que se fue pedía.

No.

Quizás para esos sectores funciona y tiene todo el sentido del mundo.

Pero a mí me parece sin sentido.

Que tampoco te estoy diciendo que lo que me haga sentido a mí te debe importar.

Sencillamente es que mi contenido es para los de la lista.

Y si te unes lo recibes, si no, pues no. Así de sencillo

Ahora bien. Después de dar el paso y meter en el cajetín tu correo, recibirás dos correos.

El primero es para que confirmes que decidiste entrar por tu propia mano y que no estabas drogado cuando lo hiciste, que bien podrías aceptarlo drogado también, pero eso es otra cosa.

El segundo es un soborno.

Y es algo que, si te dedicas a las nóminas, piensas hacerlo o tienes una nómina, te pondrá muy por encima de la media.

Casi a nadie he visto que sugiera esto a sus clientes (de nómina obviamente), o usarlo por aquellos que tienen nómina (que son patrones, pues).

Es un mecanismo de control para evitar los afilados colmillos de algún lobo que te quiera engullir.

Y son sólo tres líneas de texto.

Pero lo entenderás una vez que estés dentro.

Para hacerlo, aquí abajo.

* No me queda claro, ¿Quién es este tipo?.

 

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